Todos esperamos ansiosos la llegada de las vacaciones. La idea de salir de viaje o quedarse algunos días tranquilos en casa nos hacen pensar en momentos placenteris, ocio y darnos gusto en todo. Es una especie de "premio" a nuestro arduo trabajo y nos merecemos descansar.
El problema entra cuando estando de vacaciones nos liberamos, no ponemos restricciones y nos olvidamos de nuestros buenos hábitos. Descuidamos nuestra alimentación, nos olvidamos del ejercicio y es cuando al volver a nuestra vida cotidiana nos damos cuenta que hemos ganado algunos kilos.
A pesar de todo, podemos darnos gusto "limitando" un poco nuestras urgencias por probar, comer y beber de todo. Recuerda que todo en exceso es malo hasta el descanso.
* Busca el equilibrio
Debes equilibrar, si hay mas alimentos entonces busca mas actividades o bien si quieres moverte menos, disminuye tu consumo de alimentos.
* Aprovecha para recorrer y ejercitar
Hay ciertas actividades físicas que pueden estar ligadas a un momento de esparcimiento y recreación. Salir a pasear, en una tranquila caminata o en bicicleta, puede ser una alternativa ideal para conocer el lugar, distraerse y de paso, quemar algunas calorías.
* ¿Qué comer?
Elige como plato fuerte, una vez al día, ensaladas con pescados, mariscos o quesos. Consume tus porciones habituales de arroz, pastas y panes. Elige platillos de carnes y mariscos a la parrilla. No es necesario que renuncies a los postres, simplemente come con moderación.
* Cuida lo que bebes.
Bebe entre 2 y 3 litros de agua. Evita el consumo de bebidas o jugos azucarados, prefiere aguas o bebidas sin azúcar. Las bebidas alcohólicas tienen un alto valor calórico, cuyo destino inevitable es el depósito como grasa.
* No te saltes ninguna comida
Come al menos 3 veces al día. Toma el tiempo necesario para tener un buen desayuno
Así que en temporada de vacaciones sí es posible combinar el placer y los hábitos buenos. Solo no te olvides de ser constante y disfrutar con moderación. El secreto está en relajarse, disfrutar, comer, beber pero siempre consiente y sin excesos.
¡Felices vacaciones!
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